Eran las tres de la mañana, la vigilia no llegó a su final como se esperaba. Todos decían que duraría hasta las seis, pero el sueño nos venció, algunos salieron tarde del trabajo, y no hicieron la siesta, así que no aguantaron….y yo tampoco. Pude conocer a algunos jóvenes nuevos que venían de una iglesia que tenía dos años de fundada. El pastor era también joven y jovial, sabía ganarse rápidamente la confianza de los muchachos, quizá por eso que su iglesia estaba más compuesta de jóvenes que de adultos. Pero en el grupo allí reunido pude apreciar que había un joven que no se relacionaba con los demás, veía que se mantenía aislado, y como que sentía temor de hablar. Como yo estaba hablando con los guías del grupo nuevo acerca de un evento que querían realizar para evangelizar a unos 500 jóvenes, me pude percatar que tampoco nadie se acercaba a él para poder conversarle. El asunto era que este muchacho que llegué a enterarme le decían “Thriller”, demostraba ser educa