Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de enero, 2013

A VECES EDIFICARSE CUESTA

Conversaba con Lucio un hermano de la iglesia, lo veía entusiasmado por un evento para líderes que se llevaría a cabo en la congregación. Me dijo que esos días los tenía reservados en su agenda para poder participar. El es uno de los pocos cristianos de nuestra iglesia que tenía un deseo vehemente de participar en cualquier capacitación, pero no podía por razones de trabajo. Bueno, tenía esposa y tres hijos, trabajaba duro para poder mantener a su familia, y aunque no tenía un ingreso fijo, se esforzaba en sostenerlos. -Christian ¿tú vas a participar? -Claro,   pero el primer día del Congreso   tengo clases en la universidad, y tengo también un parcial, así que veo difícil estar para la apertura, pero como este evento dura tres días, los dos siguientes sí estaré. -Pero, ¿sabes cuánto cuesta el Congreso? -Claro, cuesta cincuenta soles, sólo te dan materiales, creo que un pequeño refrigerio y nada más . -A mí lo que me interesa son los materiales y escuchar a los exp

ES PELIGROSO SER DESHONESTO

  Eran las 8:00 de la mañana. Estaba en el paradero esperando la combi para ir   a mi trabajo. Bueno, en realidad se me hizo tarde. Mi entrada es a las 8:30 am. y tenía exactamente 30 minutos para llegar a tiempo, lo cual veía difícil por el tráfico terrible que había en el centro de Lima. Así que esta vez llegaré tarde, y de seguro que me descontarán. Son dos descuentos que tengo en este mes por tardanza, el jefe dijo que con tres tardanzas, salgo fuera. Llegué a las 8:45 am. de hecho que ya estoy frito. Pero, ¿qué tal si invento una excusa?, no, no sería honesto, después de todo el Señor me esta viendo y eso no le va a gustar. Saca esos malos pensamientos de tu cabeza, Christian. Por un lado, me sentía bien en mi conciencia porque había desechado la tentación de ofender a Dios inventando una mentira, pero por otro lado esperaba que Dios me saque de esta situación en que me encontraba porque debía hablar con el jefe y de seguro que me va a rocotear. Así que esperaré en la

LA CHICA EQUIVOCADA

Enamorarse es una experiencia maravillosa. Doy gracias a Dios por haber inventado a las chicas. Pienso que más de una ha intentado robar mi corazón, pero ahora que estoy en los caminos del Señor, tengo una actitud selectiva, cualquier chica no se puede enamorar de mí. No es que sea una especie de Adonis, porque aunque me considero atractivo, no me engrío con mi aspecto físico, sino es que si he de enamorarme de alguien, pues espero que sea creyente.   Esta vez me toco tener la ingrata experiencia de enamorarme de una joven muy bonita, de escultural cuerpo y con una gracia especial que de cuando en cuando me hacía babear. La conocí en el trabajo, recién tenía una semana de haber ingresado, pero su encanto me atrapó desde   el primer día. Mis amigos comentaban entre ellos quién sería el primero en mandársele y parece que se había iniciado una especie de competencia entre los varones para ver quién la enamoraba primero; en verdad, no quise intervenir en el asunto, pero su atr